Rigatoni con sofrito para pasta

Fecha de publicación
3 febrero 2016
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Tiempo de lectura

2 minutos

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Hay pastas para todos los gustos y colores. Spaguetti, macarrones, ñoquis… y cada una de ellas la puedes combinar con un tipo de salsa distinta: pesto, carbonara, salsa con tomate, etc. En el blog de Hida Alimentación te proponemos que innoves y que cocines un tipo de pasta poco habitual, pero igual de placentera: los rigatoni. Y qué mejor manera que acompañarlos con nuestro sofrito para pasta. ¿Te hace el plan?

Los rigatoni son un tipo de pasta en forma de tubo y con unas leves estrías en su superficie, pero que no están cortados diagonalmente. Así, para la elaboración de esta receta necesitaremos los siguientes ingredientes:

  • 1 bote de sofrito para pasta de Hida
  • 300 gramos de Rigatoni
  • Champiñones
  • 4 dientes de ajo picado
  • Tomillo
  • Albahaca
  • Perejil
  • 2 hojas de laurel
  • Queso Parmesano (al gusto)

Elaboración

Comenzamos cociendo la pasta con agua hirviendo.  Servimos un poco de sal y un poco de aceite de oliva junto a un diento de ajo y 2 hojas de laurel. Agregamos la pasta y removemos un poco para evitar que ésta se pegue a la olla. La cocinamos durante unos 8-10 minutos o hasta que notes que está al dente. Cuando esté lista, la escurrimos y la reservamos hasta que esté lista para usar.

En otra sartén vamos a hacer el condimento. Ponemos un poco de aceite de oliva virgen extra y freímos unos champiñones. Después añadimos nuestro bote de sofrito para pasta, y le damos varias vueltas para que todo quede bien impregnado y los champiñones cojan ese color rojo tan característico que un tomate casero sólo puede darte. Los cocinamos durante cinco minutos y le añadimos una ramita de albahaca, sal, pimienta y perejil fresco. Por último, cuando ya esté todo listo, llega el momento de echar los rigatoni en la sartén y darles varias vueltas durante unos minutos.

Por último, llega lo más fácil, servir la pasta en un plato caliente y espolvorear, si lo prefieres, por encima un poco de queso parmesano y el imprescindible orégano. Y eso es todo, así de fácil. ¡Buen provecho!

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